La Playa.
No se me ocurre ni diatriba ni elogio. No puedo ocultar que este día y en este instante había gente en la playa, de seguro borracha porque era año nuevo o algún día cercano. Pero también estaba ella y el mar. A veces me pregunto si podré meterme por completo en esa piscina gigante y viviente. A veces me pongo a pensar en los mitos costeños, antiguos como la humanidad, contando sobre Dioses que desaparecían en el horizonte, cerca del sol, hundiéndose en El Mar.
En fin, había mucha arena y botellas y toallas y ruidos….pero me encontré un pedacito de intimidad, y supongo que cada uno lo encuentra, en el desordenado mundo de las playas, y solo por ese momento y ese espacio tan reducido pero inmenso en profundidad, creo que justifica toda incomodidad que mis piececillos viajeros y alérgicos al calor de la arena puedan sentir. Gracias, por recordarme la placidez con la que te embriaga el Mar.
Un ave a veces vuela bajo, cerca de la orilla.
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La Playa.
No se me ocurre ni diatriba ni elogio. No puedo ocultar que este día y en este instante había gente en la playa, de seguro borracha porque era año nuevo o algún día cercano. Pero también estaba ella y el mar. A veces me pregunto si podré meterme por completo en esa piscina gigante y viviente. A veces me pongo a pensar en los mitos costeños, antiguos como la humanidad, contando sobre Dioses que desaparecían en el horizonte, cerca del sol, hundiéndose en El Mar.
En fin, había mucha arena y botellas y toallas y ruidos….pero me encontré un pedacito de intimidad, y supongo que cada uno lo encuentra, en el desordenado mundo de las playas, y solo por ese momento y ese espacio tan reducido pero inmenso en profundidad, creo que justifica toda incomodidad que mis piececillos viajeros y alérgicos al calor de la arena puedan sentir. Gracias, por recordarme la placidez con la que te embriaga el Mar.
Un ave a veces vuela bajo, cerca de la orilla.
juan salvador gabiota! 🙂
ahora comprendo…
pareces un alga.